
Dioxido de titanio
DIOXIDO DE TITANIO -MA
€3.70
¿Qué es y para qué se utiliza el Dióxido de Titanio en cerámica?
El dióxido de titanio (TiO₂) es un compuesto químico ampliamente utilizado en la industria cerámica debido a su capacidad para modificar las propiedades ópticas y funcionales de las piezas. Es un material altamente versátil que desempeña un papel fundamental en la decoración y funcionalidad de esmaltes y pastas cerámicas.
¿Para qué sirve en cerámica?
Opacificador en esmaltes:
El dióxido de titanio es uno de los opacificantes más efectivos en cerámica. Su adición a los esmaltes produce acabados opacos, reduciendo la transparencia y proporcionando un aspecto más denso y brillante.
Creación de efectos decorativos:
En ciertas formulaciones, puede producir efectos moteados o texturas en los esmaltes, especialmente cuando se combina con otros óxidos metálicos.
Base para esmaltes blancos:
Se utiliza como componente principal en esmaltes blancos de alta calidad, proporcionando un color uniforme y resistente.
Mejora de la resistencia al desgaste:
Incrementa la dureza y resistencia de los esmaltes, haciéndolos menos susceptibles a rayaduras y abrasión.
Producción de cristales en esmaltes:
En los esmaltes cristalinos, el dióxido de titanio actúa como un núcleo para la formación de cristales, creando efectos decorativos únicos.
Ajuste de la temperatura de fusión:
Puede influir en la temperatura de cocción, modificando las propiedades del esmalte y facilitando su aplicación en diversos tipos de cerámica.
¿Cómo se utiliza?
Formulación de esmaltes:
Se añade en proporciones específicas, generalmente entre el 5% y el 15% del peso total del esmalte, dependiendo del efecto deseado. Un exceso puede causar opacidad excesiva o problemas de superficie en el esmalte.
Mezclado:
Es importante mezclarlo uniformemente con otros componentes del esmalte para garantizar una distribución homogénea.
Aplicación:
Los esmaltes que contienen dióxido de titanio se pueden aplicar mediante técnicas como pincelado, inmersión o pulverización.
Cocción:
El comportamiento del dióxido de titanio varía según la atmósfera del horno (oxidante o reductora) y la temperatura, siendo ideal para temperaturas entre 1000°C y 1300°C.
Seguridad:
Aunque es relativamente seguro, se recomienda el uso de guantes y mascarilla durante su manipulación para evitar la inhalación del polvo.
Nota importante
El dióxido de titanio es un material esencial en la cerámica moderna, pero su uso requiere conocimiento técnico para obtener los mejores resultados. Su correcta aplicación garantiza acabados opacos, decorativos y resistentes, con propiedades ópticas y estéticas mejoradas.




